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UFOLOGÍA O FANATISMO: ENTRE IDEOLOGÍAS EXTREMAS A PRÁCTICAS EXTREMAS (un poco de coherencia por favor)

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El fanatismo no es algo nuevo en ufología, incluso suele estar presente en las posturas más racionales. Solo basta una mirada atenta desde fuera de dicho ámbito, para entender que la ufología se manifiesta no como una ciencia o una disciplina o un arte, sino como una pasión, con argumentos tan equívocos como válidos, a la hora de jugar el gran juego de la "disciplina ufológica".

Ahora bien. Lo que se discute en esta disciplina siempre interesante no es la "verdad del fenómeno", sino los sesgos apreciativos acerca de una supuesta verdad que se desconoce.  Me parece importante citar a Foucault en relación a los discursos del saber en relación al poder, en tanto que:

"No existe sujeto u objeto de saber libre de poder, un poder que por otra parte, no dudará en construir y utilizar el saber para lograr sus objetivos"

Por supuesto esta utilización, es, hasta cierto punto, es lícita, pero no se construye a base de la desvalorización del otro, sino sobre la crítica a las ideas. Epítetos tales como "patetismo" no revean un sentido crítico sino la defensa de una posición de un supuesto saber, simplemente reduciendo al adversario con calificaciones personales, impropias de cualquiera que se considere "profesional", ya que reducen en su discurso al sujeto a un objeto a desvalorizar.

Es cierto que algunas posiciones extremas en el ámbito de un tema tan delicado como las experiencias de abducción, necesitan ser pasadas por a criba de la objetividad, sobre todo teniendo en cuenta que en general es el discurso de un sujeto atravesado por el trauma. En este sentido los aportes de Mack, Spanos, McNally,Clancy y Ring, entre otros, nos recuerdan la responsabilidad hacia el sufrimiento psíquico del sujeto, más allá de los oropeles de novedosas posturas ufológicas acerca de este tipo de experiencias. Un claro ejemplo de ello, es el impacto psicológico y ontológico de las experiencias de abducción, comparadas a las experiencias cercanas a la muerte. Siendo sinceros, estas últimas parecen mostrar un nivel de integración de la psique mucho más equilibrado y con una carga ontológica más significativa.

Hay algo llamado "extensión" de las hipótesis o teorías, que recomienda siempre comparar un fenómeno dentro de su propio contexto cultural, sin extrapolaciones o agregados artificiales.

En La estructura de las revoluciones científicas, Kuhn dice que una anomalía es una contravención a la expectativa de una teoría, así que por extensión el concepto de anomalía describe algo no explicable aún. Esta definición puede abrir paso a una clasificación de las anomalías en el terreno filosófico de dos formas posibles: una donde las anomalías se entienden como un estado de ignorancia que ayuda en el desarrollo del conocimiento científico del mundo, y otra a partir de una ontología de las mismas como fenómenos o acontecimientos perceptibles y evaluables en áreas como la física y la ciencia biológica.

Toda supuesta expresión de un saber, siempre está en relación a otra cosa: algo conocido como subjetividad. Esto es así, sobre todo en relación a los saberes psi (psiquiatría, psicología, sociología). Esto también es lícito en la medida de que estos saberes dispongan de un acercamiento fenomenológico aceptable.

La subjetividad también está presente en las mal llamadas “ciencias duras”, cuando los discursos no se basan en la observación y descripción de anomalías, sino en sesgos que ocultan discursos de poder acerca del saber.

Se pretende abrir un espacio para la reflexión conceptual al problema de las anomalías, comprendiendo su valor y su naturaleza científica y filosófica.}

Un ejemplo de ello son las tan controvertidas “abducciones”. Una aproximación fenomenológica, como herramienta de valoración de lo observable, es necesaria, para disminuir la influencia de un sesgo a la hora de proponer lo que únicamente puede nombrarse como “hipótesis”.

Es un hecho observable, sobre todo en las consecuencias iniciales de los “verdaderos procesos de abducción”, que estas experiencias son casi siempre en su origen de carácter “traumático”, aunque en su desarrollo y conclusión, puedan mostrar un potencial de transformación. Lo que hay que cuestionarse es cual es el destino de la misma, y si puede ser leído dentro de la lógica de la cultura a la cual los sujetos "experienciantes" pertenecen.

También existen verdaderos problemas cuando las disciplinas ufológicas intersecan aspectos de la salud mental. esta manera de trabajar por fuera de las consideraciones del sufrimiento psíquico del sujeto, son, como poco, imprudentes.

Hipóteis de todo tipo, aunque interesantes, son solo eso, hipótesis, pero se vuelven peligrosas a la hora de aplicar métodos reñidos con las buenas prácticas. Un claro ejemplo de ello es la hipnosis. Hay un torrente de publicaciones académicas y de consideraciones acerca de las prácticas iatrogénicas en ámbitos como a salud mental en relación a estas experiencias, Pero en general, el "ufólogo" (siendo o no profesional académico) no lee, o lo hace sin poner entre paréntesis, al decir de Husserl, todo sesgo de defensa de determinada teoría y sus prácticas asociadas.

No se ataca el derecho de producir hipótesis o teorías, por más extrañas que estas sean, ya que es lícito proponerlas. El punto que quiero establecer, es el de evitar la hipocresía de algunos que con una chapa profesional o no, critican a los sujetos y teorías, rasgándose las vestiduras, cuando en su vida personal se dedican a "saberes" que lejos  están de ser académicos o profesionales. Al que le quepa el sayo que se lo ponga.

En cuanto a la ética de las posiciones, debemos reflexionar cada uno de nosotros, que estas deben mantenerse más allá de las disputas personales, sobre todo a la hora de apropiarse de saberes, discursos y trabajos ajenos en publicaciones.

Luego está la ética en relación a los sujetos. Se ha hablado hasta el cansancio acerca de proteger a los testigos (en este caso los abducidos), pero las excepciones no ajenas a un caracter ético son evidentes. Un testigo o abducido no puede ser protegido, si el mismo actúa de un modo tal que dicha protección es virtualmente imposible. Los ejemplos sobran, pero hablo del pecado y no del pecador.

También hay que sostener, siendo un profesional, una cierta prudencia acerca de las recomendaciones que suelen hacer algunos profesionales en el ámbito ufológico (cuando se cruzan con un sujeto que declara haber sido abducido y que sufre de consecuencias traumáticas o no) con el fin de ser parte del problema y no de la solución.

En cuanto a los comentarios a modo de debate, aunque lícitos, deben estos purgarse de segundas intenciones tales como promocionar un libro o a un grupo, cuando el motivo de los comentarios o debates son acerca de cuestionar las ideas y no el de hacer marketing. TODOS (me incluyo) debemos reflexionar a la hora de comunicar contenido de manera correcta y sin segundas intenciones.

A la hora de ser objetivos, debo reconocer, y lo hago sin ningún esfuerzo, el destacado aporte en el campo de la ufología en general y en relación a las experiencias de abducción en particular, del grupo CIFO de Rosario al cual pertenecí en algún momento. El doctor Berlanda y el psicólogo Acevedo (y todos los demás miembros del grupo que en su momento aportaron sus ideas y esfuerzos). En su libro "Los Extraños: abducciones extraterrestres en Argentina", se puede observar un sólido trabajo investigativo (de campo y de escritorio al decir de alginos ufólogos). Si bien disiento en parte de la aproxímación que hacen, reconozco el inmenso aprendizaje que produjo en mí el participar de dicha aventura. Hoy, nuestros caminos se han separados, por la necesidad que nos propone la vida de seguir nuestro propio camino.

Pero también he conocido el trabajo  y el espíritu del mismo de Pablo Cano, quien, además de ser un amigo personal, es un incansable cuestionador del fenómeno. Hay demasiadas cosas en las que no coincidimos (todos saben que no soy fan de Malanga precisamente), pero hay algunas ideas, propuestas y contenidos en su canal que deben ser considerados, por la calidad de algunos de ellos. Admiro, aunque no comparta muchas posturas (algunas sí), el valor de Pablo a la hora de poner en consideración del público, temas tan controvertidos como extraños. Un ejemplo claro es la asociación con el investigador y amigo Daniel Padilla en relación a la problemática de las mutilaciones de ganado en Argentina, produciendo contenido de calidad con la presencia de otros investigadores y la del veterinario, el doctor Pariani. 

También ha publicado videos para la consideración del público de un nivel de contenido más que aceptable en relación a los estudios de Don y Mouras sobre "Mapeo Topográfico cerebral sobre abducidos", la actividad geomagnética y solar en relación al fenomeno en su expresión más general, como así también denuncias sobre desinformación en relación al tema UAPs, provenientes del país del norte y vinculados con expresiones de miembros del gobierno y agencias gubernamentales, así como la difusión del trabajo de investigación de Karla Turner, entre otros, en el tema de abducciones. También el análisis del trabajo de Strassman sobre DMT y las experiencias de los estados modificados de conciencia, además de ciertos contenidos vinculados a tema de la abducción, sobre todo en el capítulo "detras del velo"

La "verdadera" experiencia de abducción para concluir, es a la vez, traumática y transformadora, algo sostenido por RIng, Mack, Clancy, McNally y Evans y otros investigadores que han producido paper científicos de calidad que la mayoría de ufólogos (profesionales o no) no leen. 

No puede separarse la naturaleza traumática de la experiencia del potencial transfomador que "algunas" experiencias tienen.

Discuto, en lo personal, la necesidad de relacionar a las mismas con experiencias de iniciación chamánica espontánea, así como posturas tales como la de Caravaca y otros en relación al disparador del fenómeno. En realidad es poco o nada lo que sabemos acerca de la naturaleza de dicho disparador. Lo que sí conocemos es que estas experiencias están actualmente disminuyendo su número y expresión en todo el mundo.

Las actuales experiencias, de las cuáles hay casos dignos de ser investigados, poseen sin embargo un caracter demasiado homogeneo en relación a la descripción, estructura y tipo de seres que se presentan, a diferencia de casos anteriores a la década de los 90. Esto me lleva a preguntarme acerca del proceso de contaminación sociocultural proveniente de países externos, como Estados Unidos, Inglaterra y Europa, y cómo la estructura tradicional de las experiencias de abducción son prácticamente "calcadas" de la experiencia inicial arquetípica del matrimonio Hill.

Los medios (periodísticos, podcast y ciertos programas de contenido) no han hecho más que ampliar el eco de esta contaminación, a veces con la intención de lograr notas impactantes. El periodismo amarillista es otro ingrediente del batido.

En una discusión con Ignacio Cabria y Vicente Juan Ballester Olmos hemos discutido el impacto de dicha contaminación. Una revista ufológica de Sevilla gentilmente ha ofrecido un campo para este debate, además del correo Anomalist de Ballester Olmos, que aunque no representan por completo mi posición respecto al fenómeno, es una vertiente racional para aquellos que les interesen las muchas nueces y el poco ruido


Un cálido saludo a todos

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